Se hizo cargo de la empresa de aeroaplicación que tenía su marido cuando él falleció. Destacó que en ese momento recibió ayuda de pilotos del sector y fue gratamente sorprendida. Desde Chaco cuenta la historia y cómo trabajan en la actualidad.
Consultada sobre cómo fue tomar la conducción de la empresa Clarisa Escobar relató: Viajamos varias veces a España porque él proyectaba trabajar allá, y al acompañarlo estaba al menos informada, pero tuve que aprender casi de cero.
Teníamos 4 aviones y un mosquito, todo se hizo de a poco, con mucho esfuerzo, mi marido compraba los aviones y los ponía en condiciones, contó y más tarde agregó: En ese entonces estaban los hermanos de Patricio (su marido), pero cuando él falleció decidieron volver con su familia.
Clarisa se refirió a la colaboración que tuvo: En ese entonces recibí mucha ayuda, llamados telefónicos de pilotos que no conocía personalmente pero sí a él y habían generado un vínculo. Al enterarse de la situación se ofrecieron a ayudarme.
Sobre las buenas prácticas dijo: Trabajamos, junto al piloto, con todas las medidas que hay que tomar, para evitar problemas y hacer las cosas bien.
Su hijo, de 18 años, hará el curso de piloto, para luego decidir si se dedica a la aeroaplicación y, continuar junto a Clarisa, lo que era según ella el sueño de Patricio, tener esta empresa funcionando y creciendo.