Charlamos con su presidente Germán Paats acerca de su origen, la agenda 2020, los proyectos vinculados al campo en posible tratamiento en el Congreso, entre otros temas.

“Nacimos en el 2008 en el contexto del tratamiento de la resolución 125 en el Congreso de la Nación, cuando nos dimos cuenta, un montón de productores que teníamos que contarle a la urbe lo que le pasaba al campo”, dijo Paats. Relató que trabajan generando acciones de vinculación entre los legisladores y el campo, y estudiando qué impacto tendrán los proyectos y haciendo aportes. “Hemos logrado generar un vínculo de confianza”, aseveró.

“Somos un ejemplo en el mundo y por eso el mundo pretende comprar lo que se produce, porque las cosas se hacen bien - dijo Paats refiriéndose a la producción agrícola- ganadera, y agregó – pero no hemos sabido contarle a la ciudad eso, la importancia que tiene, lo cuidadosos que somos, que los fitosanitarios no son tóxicos y que hay respaldo científico”. En cuanto al 2020 y la agenda del Congreso, aseguró que fue sumamente extraño, y que en los últimos tiempos, “pareciera que hay que sacar todo rápido”. Al respecto señaló que, si bien intentaron hacer aportes a la ley de manejo del fuego, se trató y aprobó demasiado raudamente.

Para el 2021 comentó que la Fundación trabaja en el proyecto de ley de la Red de Buenas Prácticas Agropecuarias y tienen el ojo puesto en la ley ovina y también en la de etiquetado, entre otros asuntos. Según Paats el 2021 “va a ser un año muy complejo”.

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