DEATEC S.A pasó por distintas etapas hasta convertirse en la empresa que es hoy, su titular contó su historia y expresó lo difícil que es desarrollar y sostenerse como parte de la industria en el país. 


“En este país los desarrollos son muy difíciles. Más cuando uno es un inversionista, y no está tan compenetrado en el tema, es complicado porque se va topando con situaciones que lo desilusionan y se vuelve incierto el proyecto en sí”, expresó Bazán.


La idea de producir los atomizadores surgió de una necesidad propia como aeroaplicador. El camino no fue sencillo. “Nosotros empezamos a tener éxito cuando Remo, mi hijo, creció y tenía conocimiento de dibujo 3D, y en menos de 6 meses después de 8 años de trabajar con un taller que no era aeronáutico y que no hicieron bien las cosas - contó Bazán y agregó - buscamos ingenieros para hacer los ajustes necesarios, mi hijo hizo los cálculos, las dimensiones, analizó que podíamos conseguir en ferreterías y solo conseguíamos los rodamientos, había que hacer matrices, trabajar en aluminios de mejor calidad, y finalmente pudimos dar con un taller con maquinarias más avanzadas y una visión mayor”.


Bazán detalló que actualmente están muy bien posicionados en el mercado interno ya que muchos de sus clientes reemplazaron atomizadores importados por los provistos por ellos. Además, dijo que para este año tenían previsto realizar algunas misiones comerciales a otros países para ampliar la exportación, las cuales quedaron pospuestas por la pandemia. 

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