Los aeroaplicadores están preparados para controlar el fuego ya que la distribución de los aviones en el país permitiría una rápida y efectiva solución al problema. Sólo resta que el gobierno los convoque. 

La problemática de los incendios se viene dando en el centro del país por distintas razones, pero en los últimos días se produjeron y se agravaron en otros lugares ya que, a la sequía y el fuerte viento se suman altas temperatura que han hecho que sea más complejo controlarlos.

Las zonas que se encuentran en estado de alerta son no sólo la de Delta del Paraná sino también el Valle de Punilla y el cerro Pan de Azúcar (Cosquín), provincia de Córdoba. Debido a estos incidentes que se estuvieron agravando estos últimos días, la Federación Argentina de Cámaras Agroaereas (Fearca) se ofrece, una vez más para poner fin a los incendios.

“Desde Fearca ponemos nuestros aviones y trabajo al servicio de la comunidad”, dijo el Director Ejecutivo, Danilo Cravero y sostuvo: “Sabemos que no es la solución de raíz porque lo importante sería que los incendios no se provocaran, pero nos sentimos con la responsabilidad de hacer un aporte para solucionar esta gran problemática”. Asimismo, añadió que “sólo restaría que el Gobierno, ya sea provincial o nacional, nos convoque para coordinar juntos las cuestiones operativas”.

Los incendios se han multiplicado en todo el territorio, desde el centro del país hacia el norte y, si bien esto es cada vez más alarmante, la cantidad de aviones y su localización aseguran una cobertura total ya que todos están ubicados a menos de dos horas de viaje de cualquiera de los focos.

Cabe destacar que los aeroaplicadores están colaborando de manera independiente y ad honorem con los dueños de los campos que sufren los incendios, pero esta propuesta tiene como objetivo lograr, a través de la acción público-privada, eliminar de manera más inmediata los focos que hay hoy en el país.

Es importante aclarar que los aviones con los que cuentan las empresas agroaéreas, han demostrado ser los vehículos más eficaces ya que, si bien, el avión agrícola puede llevar menos carga que los grandes aviones de lucha contra incendios, su diseño particular les permite volar a menor distancia del fuego y aplicarlo directo en el blanco, haciendo más eficiente el trabajo. Además, la capacidad de respuesta ante estas situaciones es inmediata.

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